La victoria era indispensable. Independiente necesitaba los 3 puntos como el agua por 2 motivos:
- En el horizonte del rojo aparece Boca (nuevo puntero del clausura) por lo que era imperioso llegar como ganadores al clásico.
- Para Pedro Troglio el triunfo del sábado le permitirá respirar en la semana y llegar más confiado de cara al próximo partido.
Independiente precisaba imperiosamente mejorar la pálida imagen que mostró en Rosario ante Central. Se sabe que Argentinos Juniors baja notoriamente su nivel al salir de la Paternal y había que aprovechar esa debilidad del rival.
El rojo fue un justo ganador, en un partido bastante mediocre marcó la diferencia con los 2 goles y supo manejar el partido. Casi no le llegaron y en las pocas ocasiones que creó se llevó una alegría. Los tantos llegaron en el momento preciso. Denis la empujó en el área chica cuando el encuentro estaba parejo y ninguno de los 2 equipos le encontraba la vuelta al equipo. De ahí en más Independiente intentó cuidar la pelota (no siempre con éxito) ante un tibio Argentinos que nunca se animó a buscar el empate (Assman apenas tuvo que revolcarse ante algún tiro de media distancia). El gol de Montenegro definió el partido y enterró las aspiraciones del visitante. Además fue un golazo típico del Rolfi que usó su potente remate que a veces inexplicablemente no lo utiliza.
En el rojo hubo poco para destacar. Las figuras fueron Guillermo Rodríguez y Denis. Lo del uruguayo sorprende porque se destacó también en la derrota ante Central. Es el bombero que salva los errores de Mareque (que cada vez aporta menos al equipo). Denis se destacó porque volvió al gol, mostró oportunismo y ubicación para empujarla a la red, y porque es una molestia constante para los rivales corriendo todas las pelotas y dificultando la salida de los defensores.
Assman tuvo una noche tranquila. La defensa marcó bien a los improductivos delanteros de Argentinos, aunque tuvo una salida defectuosa con la pelota cuando ésta paso por los pies de Mareque y especialmente de Moreira. En el medio, Herrón y Oyola no pesaron, mientras que Machín tuvo un primer tiempo horrible pero levantó en el segundo. Grisales estuvo impreciso pero aún así se nota que es el distinto en el equipo, cada vez que entra en juego parece que algo distinto puede pasar. Adelante Montenegro estuvo muy errático (excepto en el gol) y Denis puso voluntad y su cuota de gol necesaria.
El domingo nos espera Boca, es el partido bisagra para saber adonde estamos parados. No queda otra que ganar. ¡Vamos rojo todavía! (perdonen el exabrupto pero debía concluir este posteo con un grito de esperanza y cariño para mi adorado Independiente).
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